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El loto azul 1936 

El primer tercio del siglo XX estuvo marcado en China por los enfrentamientos internos entre los dos partidos dominantes (nacionalistas y comunistas), que habían acabado con un sistema imperial de 2000 años, y por las continuas tensiones y enfrentamientos con el vecino Japón. El 18 de septiembre de 1931 fue dinamitado un tramo del Ferrocarril del Sur de Manchuria, compañía de propiedad japonesa (incidente de Mukden). El ejército japonés culpó a los disidentes chinos del sabotaje e hizo lo posible por magnificar la importancia del suceso, encontrando así una justificación para la invasión de esta localidad. En 1937 el ejército japonés comenzó la invasión de China, que mantuvo ocupada hasta su derrota en la Segunda Guerra Mundial.

Mientras Hergé publicaba "Los cigarros del faraón" en Le Petit Vingtième, pensó que debía llevar las aventuras de Tintín a puntos aún más lejanos y exóticos, por lo que creó un nexo argumental entre esta aventura y la siguiente y decidió que la búsqueda y captura de los traficantes de opio que protagonizaron la aventura en Egipto y la India se desplazara hasta el Extremo Oriente. China era el marco ideal para continuar la historia, de hecho este país era el que tenía los mayores índices de producción, contrabando y consumo de opio en todo el mundo. Esta droga fue la auténtica protagonista de la historia de China durante el siglo XIX, hasta el punto de provocar dos guerras con Inglaterra y Francia (las "guerras del opio") y auténticas catástrofes sociales.

Así describía Julio Verne un fumadero de opio en Hong-Kong en su obra "La vuelta al mundo en 80 días":
"Se fuma opio en todas partes, en China; hombres y mujeres se dan por igual a tan deplorable pasión, y cuando ya se hallan acostumbrados a sus inhalaciones no pueden prescindir del opio sin sufrir horribles contracciones estomacales".

Las intenciones de Hergé de escribir sobre China llegaron a los oídos del Padre Gosset, capellán de los estudiantes chinos en la Universidad de Lovaina, que le aconsejó documentarse bien sobre China y su cultura y le presentó a Tchang Tchong-Jen, joven chino estudiante de arte en la Academia de Bellas Artes de Lovaina. A través de largas conversaciones Tchang introdujo a Hergé en la cultura y las costumbres chinas, lo cual contribuyó a desmontar las ideas -repletas de mitos y tópicos- que Hergé, como casi todos los europeos, tenía sobre China. Evidentemente, el Tchang que aparece en "El loto azul" y "Tintín en en Tíbet" está inspirado en este personaje real que conservó la amistad con Hergé durante toda su vida.

"El loto azul" se publicó en Le Petit Vingtième entre agosto de 1934 y octubre de 1935, en medio de grandes tensiones entre China y Japón, que quedan perfectamente reflejadas en la historia. Estas tensiones incluyen el incidente de Mukden, el sabotaje del tren de Manchuria mencionado anteriormente y que sirvió de pretexto a Japón para atacar China.

Hergé se documentó exhaustivamente acerca de la situación en China, de su cultura y de su historia antes de dibujar el álbum, con el resultado de que éste es de una fidelidad histórica casi absoluta. Aparece una China ocupada por Japón tras el incidente de Mukden y una ciudad, Shanghai, que en esa época era una concesión internacional controlada por norteamericanos, franceses y británicos que de esa manera se aseguraban el control del comercio con esa parte del mundo. También es curioso el cambio radical que da Hergé a la hora de retratar el colonialismo con respecto a "Tintín en el Congo": mientras allí se trataba de un colonialismo "bueno", en "El loto azul" muestra unos ciudadanos europeos que tratan de forma despectiva y brutal a los sumisos y sufridos chinos. Sin duda su labor de documentación previa y sus largas conversaciones con Tchang acerca de la realidad en China influyeron a la hora de retratar este ambiente colonial como era realmente, lejos de la visión idílica que -debido a su ignorancia y a las imposiciones de sus editores- había mostrado en "Tintín en el Congo".


La última de las muchas lecciones de historia que recibimos con este libro se refiere al abandono por parte de Japón de la frágil Sociedad de Naciones que se había creado tras la Primera Guerra Mundial, antecesora de la actual y no menos frágil ONU. A raíz del incidente de Mukden y de la posterior invasión japonesa la Sociedad de Naciones ordenó la retirada de las tropas niponas, pero lejos de producirse ésta, lo único que provocó tal dictamen fue el abandono de Japón de este organismo internacional.

Tanto entusiasmó a Hergé esta nueva forma de trabajo (la documentación y el estudio profundo del país al que se desplazaría Tintín) que la practicó en el resto de álbumes que publicó.

En 1946 el álbum fue reeditado en color aunque no totalmente redibujado, Hergé sólo rehizo prácticamente las cuatro primeras páginas y otras fueron simplemente coloreadas.

El álbum completo, en su edición en facsímil en castellano publicada por Casterman en español, en 2003 (actualmente descatalogada y prohibida su venta), puede hojearse a continuación. La intención no es otra que divulgar la obra del maestro Hergé, y contribuir con su difusión a encender el interés de nuevos aficionados a las aventuras de Tintín para que corran a su librería más cercana a comprar sus álbumes.

Sin duda, leyéndolos en papel es como verdaderamente se disfruta de sus historietas:  


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